Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria

Capítulo 6



Capítulo 6

Capitulo 6

Su colega estaba realmente preocupada por Cira, diciendo:

—Cira, has pensado en esto? Tu contrato laboral esta a punto de vencer en un mes. Si no regresas, es posible que Morgan no decida renovarlo y que se cancele automaticamente. Ademas, incluso si ya no quieres renovar el contrato, tendrias que regresar a la sede central para finalizarlo. Eso seria mas beneficioso para ti.

Aunque Cira no lo habia considerado, también sentia que deberia regresar para ver la situacién en persona.

El dia en que Morgan visito la sucursal, Cira se arregl6 especialmente y se puso un vestido blanco, esperando en la puerta de la empresa. Diez minutos después, tres autos se acercaron desde lejos y se detuvieron frente a los escalones.

Cuando se abrié la puerta del auto, Morgan fue el primero en bajar. Antes de que Cira pudiera mostrar su sonrisa, vio que otra persona también salia del otro lado del auto. Era Keyla. Era cierto que Morgan siempre la llevaba consigo.

Se detuvo un poco, pero todavia se acercé y lo saludé respetuosamente:

—Sefior Vega.

Morgan le echo un vistazo sin decir nada. Subié rapidamente los escalones con grandes zancadas y entré a la empresa junto con el gerente de la sucursal.

Cira observ6 su figura mientras se alejaba. Siempre le gustaba vestir trajes negros a medida que realzaban su figura, resaltando sus anchos hombros y piernas largas. Era extremadamente guapo.

Keyla se acercé corriendo a Cira y la saludo suavemente:

—Hace mucho tiempo, Cira.

Mientras hablaba, parpadeo con sus ojos con una expresion adorable e inocente.

Cira asintio ligeramente con la cabeza para responderia. Ella era la principal responsable del proyecto, por lo que fue también la presentadora de la reunién con el presidente. Con clientes extranjeros presentes, Cira hablo en inglés durante toda la reunion, con fluidez y confianza. De vez en cuando, incluso contaba algunos chistes inofensivos que hacian sonreir a todos.

El discurso duro cuarenta minutos y nadie lo encontré aburrido. Después de que termin6, recibid un aplauso de toda la sala. Morgan también aplaudi6, pero no mostré ninguna emocién en su rostro. Cira no sabia si realmente pensaba que habia hecho un buen trabajo o simplemente estaba siendo cortés.

Ella sonrié ligeramente, se inclind con elegancia y bajé del podio.

Morgan estaba sentado en el asiento principal de la mesa de conferencias. Mientras pasaba junto a él, Cira fingié tropezar accidentalmente con la esquina de la mesa y se agacho ligeramente exclamando:

—jAh!

Ella tenia el pelo castafio oscuro y olia a azahar, que acariciaba la mano del hombre en la mesa. Cuando levanto la cabeza, sus ojos se encontraron directamente con los ojos de Morgan. Eran profundos y oscuros, con una atraccion irresistible.

Cira apretd los labios, se enderezé y continué caminando. Su asiento estaba en el quinto lugar, y tenia que pasar por Keyla. Keyla tenia la cabeza baja tomando notas, su cabello cubria su perfil y no se podia ver su expresion.

Después de la reunion, Morgan fue el primero en abandonar la sala de conferencias, y los demas también salieron uno tras otro. Solo Cira recogié sus cosas tranquilamente sin nada de prisa. No fue hasta que la sala de conferencias estuvo vacia que ella salié con los documentos.

En ese momento, entro una persona por la puerta.

El hombre media unos 1,90 metros de altura. Con solo se paré en la puerta y le bloqueo todo el camino. Cira mostré una expresion relajada y lo miré con una sonrisa, preguntando:

—¢Sefior Vega? 4 Por qué has vuelto? Has olvidado algo?Content (C) Nôv/elDra/ma.Org.

—Es verdad que he olvidado algo...

Morgan agarré su mano y rapidamente la levantd, luego la colocé sobre la mesa. Se posiciono entre sus piernas, apoyando sus manos en el borde de la mesa, sosteniéndola firmemente en sus brazos.

Estaban muy cerca, tan cerca que el ambiente se volvia ambiguo. Los sutiles aromas que emanaban de ambos se entrelazaban, revelando la afioranza de un reencuentro después de tanto tiempo.

—<¢Qué estas armando en los dos meses en viaje? El arte de seducir a los hombres, tal vez? —pregunté Morgan con una voz profunda y seductora.

Cira agarr6 su corbata y susurré suavemente:

—Sefior Vega, si quiere reprocharme algo, no tengo excusas.

Morgan bajé la mirada y di —Cuando estabamos en la puerta, no llevabas perfume. Pero, cuando comenz6 la reunion, ya lo tenias. Cira sonri —Morgan, has estado prestando mucha atenci6n, gverdad? Morgan beso directamente sus labios, impidiéndole hablar.


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