Capítulo 9
Capitulo 9
Yael no dijo nada.
Dorian: ¿Hay algo que ella no pueda decirme directamente y necesita que tú lo comuniques?”
Yael se quedó sin palabras.
¡Qué Injusticia!
¿Cómo iba a saber él los desacuerdos tenian esos dos? Quizá eran cosas que podrian solucionarse con una simple llamada telefónica, pero en cambio, lo usaban como intermediario y él no quería serlo, claro que no.
Pero Yael no se atrevio a vocalizar sus quejas abiertamente.
“Señor Ferrer, usted esta malinterpretando las cosas. Yo apenas tengo contacto con la Senorita Amelia, no somos cercanos, explico con cautela, tal vez como no podia contactarlo y el asunto era urgente, me llamó a mi. Después de todo, ¿quien no sabe que si no lo encuentran a usted, me pueden buscar a mi, verdad?
Luego, hizo un gesto con la mano hacia la dirección de la oficina de Dorian, recordándole Se olvidó su celular al salir.
Dorian levanto la mirada, su vista atravesó la pared de cristal de la sala de reuniones y se posó en su celular que yacia descuidadamente sobre el escritorio. Tras una breve pausa, se levantó y se dirigió hacia su oficina
Yael lo siguió apresuradamente
Observó como Dorian tomaba su celular, lo encendia, desbloqueaba y luego vio cómo el rostro de Dorian perdía repentinamente su expresión.
Yael sintio un nudo en el estómago y casi sin querer, miró la pantalla del teléfono de Dorian, su propia expresión fue dificil de mantener
¡No habia ninguna llamada perdida en el celular de su jefe! Têxt © NôvelDrama.Org.
¡Amelia nunca tuvo la intención de hablar con él!
Yael deseaba poder darse una bofetada en ese mismo instante. ¿Por qué habia asumido eso sin tener la certeza, dándole falsas esperanzas a Dorian? Ahora el semblante de su jefe no auguraba nada bueno
No pudo evitar echar un vistazo furtivo; el atractivo rostro de Dorian no mostraba grandes emociones, solo sus ojos oscuros ligeramente entrecerrados, mirando el celular sin expresión alguna.
Yael nervioso, intentó Señor Ferrer?”
Dorian devolvió el celular a la mesa. ‘Sal un momento, por favor.”
“Si El asistente no se atrevió a demorar más y cerró la puerta tras de si al salir.
Dorian se veía cada vez más molesto. Echó un vistazo al teléfono que habia descartado y luego giró su mirada hacia la ventana. Después de un silencio, tomó nuevamente el celular, abrio WhatsApp y vio el mensaje de Cintia: “Si fue alguien que tú le presentaste, ¿cómo se llama?”
Dorian deslizó su dedo por la pantalla sin mostrar emoción y al ver otro mensaje de voz, lo reprodujo Inmediatamente
“Dorian, no tienes que ocultarme lo que hace Amelia. Puedes estar ocupado con el trabajo, pero debes cuidar a tu esposa. Después de todo, es una mujer casada y aunque confio en que no hará nada indebido, si gente
conocida la ve, hablara.”
La voz de su madre, teñida de enojo, salia del altavoz del teléfono. Él no le prestó atención y estaba a punto de salir del chat cuando sus ojos oscuros inevitablemente se toparon con la foto que Cintia habia enviado.
El hombre en la foto, con una mirada fija en Amelia, empeoro aún más el ya decaido ánimo de Dorian, pero lo reprenio con fuerza.
Era un hombre apuesto, de una edad parecida a la suya, con una presencia serena y ojos penetrantes, además
figura cita y erguida, definitivamente el tipo que podria hacer caer a cualquier mujer
Capitulo 9
Dorian no sabia cuál era la relación entre ese hombre y Amelia o si habian acordado estudiar en el extranjero juntos, ella ni siquiera le había mencionado sus planes de estudiar en el extranjero.
Al pensar en que se había preparado secretamente para el divorcio y para irse a estudiar, la mirada de Dorian se volvio aún más distante. Apago su teléfono de nuevo, lo lanzó a un lado y se dispuso a caminar, pero se detuvo a mitad de camino. Su garganta se movia con sus emociones fluctuantes cuando, de repente, giró, se inclinó sobre el escritorio, agarro el celular y abrió el chat para enviarle un mensaje a Amelia Sales hoy?” Pero el chat se abrio con un mensaje Milly ha activado la verificación de contacto Aun no eres su amigo. Envia una solicitud de amistad y espera a que la acepte para poder chatear.
Dorian se quedó en silencio
Entonces recordó el año de su graduación de la preparatoria, después de los exámenes finales, hubo una la fiesta para su clase. Antes de que comenzara la reunión, el maestro dijo que Amelia no asistiria debido a un asunto familiar y que esperaba que todos se divirtieran.
De los cincuenta y ocho estudiantes de la clase, ella fue la única que no asistio. Después del último examen de inglés, ella salio del salon y tambien de la vida de todos, desapareciendo sin dejar rastro
Ahora era lo mismo, habia elegido divorciarse y evitar todo contacto con él. Dorian no dudaba de que incluso habia borrado su número por eso, para algo tan trivial como devolverle dinero, habia optado por enviar el mensaje a través de un intermediario.
Era algo totalmente esperado de ella.
El sacudio la cabeza con una sonrisa y mientras su mano izquierda masajeaba suavemente su entrecejo, su pulgar derecho ya sin remordimientos navegaba por la pantalla de su celular hasta abrir la interfaz de Amelia. En la opcion Ajustes de contacto que apareció, deslizó su dedo hacia la opción Eliminar contacto Su dedo largo no se detuvo al presionarla, un cuadro de diálogo emergió instantáneamente. Al eliminar el contacto ‘Milly, también eliminará el historial de chats con este contacto Dorian acercó su dedo para confirmar la acción, pero justo cuando estaba a punto de tocar la pantalla, se detuvo. Su dedo quedó suspendido en el aire, con una hesitación fugaz y la palma de su mano que sostenia el teléfono se tenso ligeramente.
Finalmente, el dedo que casi había confirmado la acción se desplazó hacia “Cancelar Dorian apagó la pantalla de su celular, lo guardó en su palma e inclinándose, recogió las llaves del coche de la mesa y salió por la puerta.
“Por favor atiende al señor Isaac, tengo que salir un momento.”
Le dijo a Yael con voz tranquila mientras pasaba por su lado.
Yael se levantó confundido: “¿Ah? ¿Sr. Ferrer, va a salir ahora? Pero la cena con el señor Isaac…”
Dorian interrumpió: ¡Se cancela!”
Yael se quedó en silencio, sin palabras.