Despidiéndose de mi amor

Capítulo 253



Capítulo 0253 

-No te preocupes por eso, él nunca me amó. Por lo tanto, no me buscará para siempre. Después de un tiempo, se dará por vencido -dijo Silvia. 

Ella pensaba que Julio la estaba buscando solo por despecho. Ya le había devuelto a él una gran suma de dinero. 

Viviana miraba muy distraída el techo y, después de pensarlo por un momento, le preguntó: 

-Entonces, ¿tienes pensado encontrar un padre para Oscar y Juan? 

Al escuchar esto, Silvia se quedó perpleja. 

Durante todos estos años afuera, solo había pensado en la manera de cómo criar a sus dos 

hijos, nunca había considerado la idea de volver a casarse. Negó con la cabeza: 

-Ahora tengo dinero suficiente para cuidarlos bien. No quiero encontrarles un padrastro que no les caiga bien. Además… 

Silvia puso una mano con delicadeza sobre su vientre. 

Viviana abrió ampliamente los ojos con sorpresa: 

-¿Estás embarazada de verdad? 

Silvia afirmó levemente: 

-Sí. Cuando llegué aquí, fui al hospital y me hicieron un minucioso chequeo. Ya tengo un mes de embarazo. 

Viviana colocó curiosamente su mano sobre el vientre de Silvia: 

-Eso es realmente maravilloso. En nueve meses, Juan podrá tener la operación. 

-Para ser exactos, serán ocho meses. 

Silvia le explicó el error común sobre los diez meses de embarazo, que en realidad son nueve 

meses. 

-Ah, ya veo. 

Viviana retiró con ternura la mano y luego le contó a Silvia sobre lo que pasaba en el país. 

-¿Has visto las noticias? Natalia está completamente acabada esta vez, y sobre Julio, mucha gente en línea dice que está en verdaderos 

apuros. 

Silvia sabía muy bien que esto podría pasar, pero no esperaba que Julio no controlara la opinión pública. © NôvelDrama.Org - All rights reserved.

-¿No es típico del grupo Ferrer reprimir las noticias negativas? 

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Viviana negó con la cabeza: 

-No estoy segura. Solo sé por mi padre que ahora el grupo Ferrer ha contratado a un nuevo presidente, y Julio está gestionando absolutamente todo desde las sombras. 

No hablemos más de eso, vamos a dormir. 

-De acuerdo. 

Viviana planeaba quedarse unos días y luego regresar de nuevo a Brasmo, Originalmente, había regresado para ayudar a Silvia y también para aclarar muy bien las cosas con su primer amor, Diego. Ahora que había encontrado precisamente un trabajo, quería demostrarle a su padre que podía valerse por sí misma, sin necesidad de casarse con alguien para tener éxito. 

En la villa Oasis. 

Después de saber el paradero de Silvia, Julio ordenó de inmediato que prepararan un avión para ir al extranjero. 

Adrian llamó apresurado a la puerta. 

-Adelante. 

Julio ni siquiera se había cambiado de ropa. 

Cuando Adrian entró en la sala, vio que estaba llena de botellas de alcohol, muy desordenada, para nada parecido a un verdadero hogar. No pudo evitar preocuparse: 

-Señor, últimamente ha habido algunos problemas en la empresa, ¿ debería ir a ver qué está pasando? 

Aunque la persona que Julio había contratado era excelente, sin él al mando, gran cantidad de los veteranos de la empresa no podían controlarlos, y la gestión de la empresa se estaba 

volviendo difícil. 

Pero en este momento, Julio no tenía ánimo alguno para eso. 

-No tengo tiempo. 

Adrian estaba sorprendido; ¿cuándo había dejado su jefe que el trabajo se viera afectado? 

Recordando claramente que Julio lo había reprendido antes por entrometerse, decidió mejor 

no insistir. 

En ese momento, se escucharon fuertes golpes en la puerta. Adrian fue a ver y encontró a un hombre algo familiar que estaba esperando afuera. 

Le preguntó con cautela: 

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*IS HOFIUS 

-¿Quién eres? 

-Soy Miguel, el abogado de Silvia. Nos conocimos hace unos años. 

Tan pronto como mencionó a Silvia, Adrian recordó de inmediato la compensación por el divorcio que Silvia le había prometido a Julio. Antes de que pudiera reaccionar, Miguel ya había entrado. 

Al ver el estado descuidado de Julio, primero se sorprendió, pero luego sacó un documento de su maletín. 

-Señor Ferrer, Silvia me ha encargado que firme un documento con usted. 

Al escuchar que venía en nombre de Silvia, Julio lo miró fijamente con sorpresa. 

-¿Qué documento? 

Miguel se acercó y le entregó en ese momento el documento, explicando brevemente la situación. 

-Mi clienta me ha entregado una gran suma de dinero, que es para devolverle el dinero que le dio antes de casarse. Espera que, al aceptar este dinero, todo lo del pasado quede totalmente saldado. * 


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